Despierto un día más, como otros tantos, pero son las 5:30
de la mañana y es día de monte. Suena;
JUMP – Van Halen
y me levanto de un salto.
Hoy toca el Aspe por la cresta de los murciélagos. Una
ascensión más complicada de lo habitual puesto que tiene tramos de escalada de
hasta V-, por lo que marchamos con todo el material necesario, desde los gatos
hasta el casco pasando por arnés y mosquetones, entre parte del material. Había
bastantes ganas de pisar el piri,
hacia un tiempo que la meteo no nos
dejaba y justo este sábado daban una perfecta, para intentar esta ascensión y
en especial esta arista.
Me recoge Turri a eso de las 6:40, cargamos mi mochila y
salimos disparados hacia Aisa. Tras saltarnos la salida en una ocasión, llegamos
hacia las 8:40 y nos dividimos el material, cada uno lleva una cuerda, un walkie y una llave del coche, en caso de
que ocurriese algo.
Salimos a andar a las 9:10 de la mañana, queríamos haber
salido un poco antes pero bueno, era la hora que era y solo podíamos andar. Poco
rato llevábamos andando, cuando nos toca cruzar un río, cuyo caudal era
considerable, así que tuvimos que remontarlo hasta encontrar una zona donde este
no fuese tan profundo. Tras superarlo, tocaba ascender por parte de la ruta
normal, por la que ya subimos anteriormente un espectacular 24 de diciembre de
2016, hasta un desvío que nos mandaba, sin perder, ni ganar desnivel, hacia el
este para situarnos bajo el canal que nos llevaba directos al paso de la
garganta de Aisa, donde comienza la Arista cimera.
Un rato antes de meternos de lleno en el canal hacemos una
primera parada al cobijo de la sombra generada por las propias montañas,
todavía no nos toca, pero el calor del sol se hace notar y una parada bajo este
sería aún peor. Poco antes de entrar en el canal y tras atravesar una zona
donde la caída de rocas ha sido evidente, dado que tenemos que pasar de una a
otra, llegamos al comienzo del canal, repleto de nieve y a la sombra, así que
calzamos los crampones, piolet en mano y casco en la cabeza, que las rocas que
acabamos de pasar no auguran nada bueno.
Tiramos para arriba, no es hielo, obviamente, con estas
temperaturas no podía serlo, pero no nos hundimos en la nieve y es una gozada,
además a la sombra, lejos del sol que pega con intensidad.
A buen ritmo, llegamos al paso de la garganta de Aisa, las
vistas son espectaculares un mar de nubes al otro lado y el Midi alzándose
imponente, es majestuoso, espectacular.
Nos metemos de lleno en la arista, el inicio no está claro,
no aparece en la reseña y nos cuesta un poco encontrar algún clavo, pero en
cuanto lo visualizamos, Turri se calza los gatos, va a comenzar él escalando de
primero. Utiliza los clavos ya existentes y algún que otro friend para avanzar,
un poco más arriba, donde ya no le alcanzo a ver, monta la reunión, y voy yo
para arriba. Llego hasta la reunión y nos toca un tramo más sencillo, que
realizamos andando, hasta llegar al contrafuerte de la punta que se llama
“Donde estas tu”, el cual, decidimos bordear para ahorrar algo de tiempo, toca
otro tramo de escalada, que una vez más abre Turri, no es complicado, pero es
un comienzo en lateral, que a mi personalmente no me agrada mucho.
Llega arriba
monta reunión y voy yo detrás. En cuanto llego a la reunión me fijo en el
siguiente tramo, no se ve todo, pero me veo con ganas y además se ven algunos
clavos, así que le propongo a Turri abrirla yo. Me pasa el material, me pongo
los gatos tiro para arriba, la escalada tiene dos tramos, uno de placa y más
tarde una canal bastante más sencillita. Durante la subida, me voy encontrando
bastantes clavos, no es complicado, pero es expuesto y eso sí, las vistas son
magníficas, que gusto da poder escalar en estos lares. Sigo escalando y pronto
llego al canal, que se nota que es bastante más sencilla pero la piedra está
algo más suelta. Llego hasta la próxima reunión y me planteo seguir subiendo,
todavía queda cuerda y lo que queda es bastante sencillo, sin embargo, acabo
montando la reunión con una cinta y un friend, dado que la cuerda roza mucho y
me cuesta tirar de la cuerda. Me acomodo, recojo la cuerda y empiezo a subir a
Turri. Llega a la reunión y sigue para arriba.
(**__A partir de este momento, no recuerdo más__**)
(**__Lo relatado, es una descripción de la ruta o
información proporcionada por Turri__**)
El siguiente tramo es bastante sencillo, hasta llegar al
único rappel en toda la arista, en el cual cada uno monta su propio rappel con
cada cuerda utilizando el reverso y un nudo machard. Tras llegar al final del
rappel, toca un tramo de dificultad IV-, bastante sencillo. Me meto yo a
abrirlo, comienzo a subir y meto un friend, y continúo subiendo, Turri deja de
verme y sigo para arriba.
De repente, Turri me escucha gritar, escucha algunas rocas y
comienzo a caer. Mientras caigo unos cuantos metros golpeo contra la roca y
tras caer unos 7 metros, quedo colgando de la cuerda, cerca de una repisa un
poco inclinada, Turri me da un poco de cuerda para posarme sobre la repisa a la
que puede acceder fácilmente bordeando la roca. Tengo la mano derecha
destrozada, el tobillo derecho también y el casco también ha recibido golpes.
Me deshace Turri los nudos, me lleva a un lugar un poco más seguro y me pone
ropa de abrigo. En unos 40 minutos llega el helicóptero.
Se bajan un guardia civil y la médica, el helicóptero se
aleja, vuelve y nos coge a mí y a la médica. Nos lleva a un lugar un poco más
seguro y vuelve a por Turri y el guardia civil, tras recogerles, nos vuelve a
coger a mí y a la médica.
Y una vez más estamos “A salvo” no estamos abajo, en el
coche, tampoco estamos, o tampoco estoy del todo sano, pero volvemos todos y
volvemos amigos, sin cima, pero eso es lo de menos. Estoy escribiendo esta
reseña, sin recuperar del todo aún, pero agradecido, agradecido para empezar a
Turri, por la templanza mostrada en esos momentos de tensión, a todo el equipo
de rescate, por la increíble labor, no que realizaron, si no que realizan día a
día salvándonos el culo, a mi padre y a mi madre por todo el esfuerzo, la
tensión y el sufrimiento que les he expuesto y lo bien que lo han llevado, a
Itxi, porque aunque ya sabía con lo que me metía y tenía claro que esto podía
pasar, no es lo mismo el saber que puede pasar, que el que pase y no es lo
mismo decir que a las duras y a las maduras, que estar apoyando día y noche. Y
también agradecer al resto de personas que de una manera u otra habéis dedicado
un pensamiento por mí.






