Prólogo
Nunca ha sido una de las míticas montañas que había soñado ascender, en este caso escalar. En la vida me había planteado siquiera acercarme a verlo. Para mí, era una montaña conocida, quizás demasiado, de la cual jamás había sentido su llamada. Por lo menos hasta este último año.
Diversos libros leídos, emocionantes historias escuchadas, intensos vídeos reproducidos durante los últimos meses, fueron generando en mí una llamada, unas ganas y una motivación a la cual necesitaba dar rienda suelta.
Intenté en distintas ocasiones, encontrar el tiempo, una aceptable meteo y un compañero o compañera. Hasta que finalmente se juntaron todos los elementos en un finde semana largo de 3 días que nos permitió a Mikel y a mí, intérnanos en el último de los sueños nacidos. Ascender al pico Urriellu.
Sábado, 13 de agosto de 2022
Como siempre, todo comienza con una alarma, esta vez;
Son las 6:30 de la mañana, nos despertamos en la furgo en el collado de Pandébano. Nos desperezamos y nos disponemos a tomar el mismo desayuno, tal y como haremos los próximos 2 días, un buen cola cao con galletas, que no está nada mal para estar en la montaña.
Las mochilas están preparadas, llenas de todo el material de escalada, la ropa, comida, tienda de campaña y saco de dormir, acaban siendo algo más de 20 kilos. Los mismos que tenemos que portear hasta el refugio a los pies del Urriellu, unos 900m de desnivel y 6,5km, que a priori no son mucho, pero con semejante peso, la película cambia. Por lo que comenzamos a grabar, digo a caminar.
El primer tramo de la subida es más tendida y vamos progresando poquito a poco a un ritmo aceptable para el peso que llevamos. Al poco de caminar el viento ha aparecido y ha conseguido atenuar el calor producido por el esfuerzo. En 1 hora llegamos al collado de Vallejo, donde por primera vez, vemos por lo que hemos venido, por el picu.
El segundo tramo de la caminata se nos hace más cuesta arriba, nunca mejor dicho, el camino se vuelve más empinado, lo que junto con las mochilas, nos hacen sufrir un rato. Sufrimiento, que en cierta medida, queda amortiguado por las tremendas vistas que nos rodean. Un paisaje pintado de tres colores, un gris que proviene de las prominentes paredes de roca caliza, que al unirse con suelo, se cubren de una vegetación intensamente verde, todo ello, dispuesto sobre un suave fondo azul, que nos deja un cielo limpio de nubosidad.
Tras 2h40 de caminata desde que salimos del collado, nos plantamos a pie del Urriellu, en las puertas del refugio, situado en la cara oeste del picu.
Nos esmeramos en buscar un buen vivac donde emplazar nuestra tienda, ya que será nuestro campo base hasta el lunes. Después de montarla, comemos algo y descansamos un poco, ya que más tarde emprenderemos la caminata, con menos peso, de aproximación a la base de la pared este y posteriormente la sur, para situar exactamente los pies de vía y si es posible, escalar algo de la vía directa, la sur de los martinez.
A las 12:00 ponemos rumbo hacia la pared este, para ello, salimos descendemos dirección norte para rodear el picu y tomar la entrada al canal de la Celada. Tras remontarlo comenzamos a ver la cara este, por donde transcurrirá nuestro objetivo de mañana, la vía Cepeda. Conseguimos ver una cordada que se encuentra en la misma y desde la distancia, desciframos el camino que toma la vía, a lo largo de la pared.
Tras revisar el primer pie de vía, avanzamos a la pared sur, hasta el pie de vía de la sur de los martinez, nos planteamos la posibilidad de escalar algún largo, pero el fuerte viento que nos golpea desde el inicio de la mañana y que en ningún momento ha remitido, nos hace desistir y dejar este objetivo para el lunes. Así pues, emprendemos el retorno al campo base.
De vuelta en el mismo, descubrimos que el viento, a parte de ir trayendo nubes, ha conseguido filtrar muchas partículas de polvo dentro de la tienda, y esta recuerda a la granja de Interestellar
Asumimos que se quedará así y nos ponemos a descansar para el día de mañana.
A mitad de tarde una breve tormenta, ya anunciada no nos sorprende, pero nos obliga a refugiarnos brevemente dentro de la tienda.
Charlamos con algún guía de la zona, y pronto se hace la hora de cenar. Calentamos agua en el jetboil y preparamos los merecidos sobres de chiken tikka massala liofilizados, que hemos porteado esa misma mañana.
A las 22 nos acostamos y tras una breve discusión sobre la hora de la alarma, la fijamos pronto, con Mikel a regañadientes, para poder llegar cuanto antes a pie de vía y no coincidir con otras cordadas.
Domingo, 14 de agosto de 2022
4:50 vuelve a sonar, y esta vez nos levantamos, nos ponemos la ropa de abrigo, porque a estas horas hace más bien frío y desayunamos rápidamente 6 galletas con cola-cao.
Comenzamos a andar a las 5:30 y en 50 minutos nos plantamos en el pie de vía de la cepeda, mientras el sol ilumina el horizonte, nos deja una bella estampa y sin embargo todavía se mantiene oculto a que llegue su hora de despertar.
Mikel, escalará los largos impares, y yo los pares. Por lo que empieza Mikel con un largo de III+, que nos coge un poco fríos y llega a la reunión formada por un par de clavos.
El segundo largo, comienza en una plaquita de III grado para acabar en un paso de IV que pone a prueba la flexibilidad de nuestra pata derecha. Tras escalar unos pocos metros más llego a una reunión, formada por un clavo y un puente roca, en la que se puede apoyar el culo en la pared de un diedro. El sol, hace su aparición y comienza a calentar.
Pronto llega Mike y se lanza a por el siguiente largo. Comenzando por un diedro de IV, en el que cuesta meter cacharros y acabando por una plaquita de III, hasta llegar a una cómoda reunión con dos clavos un poco altos.
Salgo de la reunión y comienzo el siguiente largo, muy estético, con un comienzo de IV, una placa que posteriormente se convierte en un pequeño diedro y un pasico de V más arriba, para salir del diedro y alcanzar la reunión, compuesta por 2 clavos.
Mientras aseguro a Mikel, un pequeño proyectil cae, precipitado desde un largo superior, en el que posteriormente deberemos tener cuidado. Esta simple piedra, no es más que un anticipo, de la roca que cae minutos más tarde, de un tamaño considerablemente superior. Durante breves momentos, lo único que se escucha en la pared son los gritos de las cordadas advirtiendo el peligro, sumado al sonido que produce la piedra al caer al vacío, para posteriormente chocar con la pared y romperse en múltiples pedazos. Afortunadamente, ninguno de estos logró alcanzar a nadie y no hubo nada que lamentar.
En el próximo largo, comienza Mikel una travesía por una gran repisa, para posteriormente, tomar un diedro que se ve a la derecha de la reunión, más arriba pasa a una zona de placa en un paso algo expuesto pero espectacular. Pronto llega a una nueva reunión, previa a una travesía de II+.
Comienzo la travesía ascendente, con cierta cautela, puesto que, aunque se trata de un largo sencillo, la piedra suelta reina en el mismo, y más que el riesgo de caer, está el peligro de tirar rocas a las cordadas que se encuentran más abajo. No solo debemos tener cuidado a la hora de escalar, si no también a la hora de asegurar, una cuerda mal gestionada, es igual de capaz que nosotros o incluso más, de precipitar las rocas que se encuentren a su paso.
Llego a una cómoda repisa y monto una reunión con un puente roca a prueba de balas. Voy asegurando a Mikel poco a poco, para no tirarle en la travesía y para evitar movimientos bruscos en la pared que puedan provocar una caída de piedras.
Mike, se enfrenta al penúltimo largo del día, un largo de 60 metros, con bastantes pasos de IV+, muy estético y en el que hay que andar fino.
Tras escalar este penúltimo largo, tenemos en frente los últimos metros de la vía, el famoso paso rompetobillos. Según las reseñas no es más de V+/6a. Lo cierto es que son unos pasos un tanto lavados.
1 puente roca y otro cordino en un parabolt, invitan a acerar este suculento largo.
A mi no me gusta mucho eso de acerar, pero, no puedo evitarlo en este caso, la presión que genera la fama del paso, sumado a lo tentador que se muestran los 2 cordinos, tiro de ellos para avanzar, justo encima de los cordinos, me encuentro en una posición no del todo comoda y consigo meter 2 friends para proteger lo que queda del paso. Paso que generalmente se resuelve por la derecha, pero acabe saliéndome por la izquierda tirando de unos romos.
Tras esto, 2 clavos aseguran el final del largo previo a meterse por el hueco, que atraviesa la pared este y con el que termina la vía, por el cual nos metemos acrobáticamente, no sin antes quitarnos las mochilas, a través del agujero nos plantamos en la última reunión, tras 5 horas de escalada y a la vista del anfiteatro sur del Urriellu.
Nos calzamos, recogemos las cuerdas y nos acercamos a los rappeles, donde dejamos las 2 cuerdas bajo una pequeña repisa. Nos encaminamos por el anfiteatro hacia la cumbre, realizando unas pequeñas trepadas de II/III, sin mayor dificultad, pero con cuidado de no resbalar y tirar ninguna roca.
Para rápidamente llegar arriba, felices.
Tras reponer un poco de fuerzas, sacarnos unas fotos y disfrutar de un rato de paz, emprendemos el descenso, por el anfiteatro que acabamos de remontar, hasta llegar a los rapeles donde previamente hemos dejado las cuerdas.
Una de las líneas de rapeles está ocupada, por lo que comenzamos el descenso por la línea contigua. Aprovechamos a fijarnos por donde transcurre la bajada, puesto que mañana haremos este recorrido de subida.
En 3 rapeles nos plantamos en el suelo y aunque aun queda destrepar un poco y caminar durante algo menos de 1 hora hasta el refugio, ya visualizamos la cerveza que nos vamos a tomar.
Conforme vamos bajando hacia el refugio, nos vamos fijando en posibles alternativas para la subida, para descubrir la mejor posibilidad para el ascenso nocturno de mañana.
Tras recorrer en sentido contrario el camino que hemos realizado esta madrugada, por fin, vemos la cara oeste del picu, por lo que el refugio ya está al caer.
Son las 15:45 y llegamos a nuestro campo base, donde nos disponemos a descansar, leyendo, echando una cerveza y mike hasta la siesta. Todo lo necesario para reponer energía para mañana. Ya que pronto volverá a sonar el despertador.
Lunes, 15 de agosto de 2022
Son las 5:30 de la mañana, tras haber comprobado la meteo de nuevo, salimos de la zona con cobertura, que se encuentra a unos minutos del refugio, y emprendemos la marcha hasta el pie de vía.
En apenas 55 minutos nos plantamos ante el comienzo de la escalada. Las primeras luces empiezan a aparecer, pero todavía está oscuro, por lo que comenzamos a escalar con el frontal puesto. Todavía hace frío y aunque hemos entrado en calor durante la aproximación, nos abrigamos para empezar a escalar.
Enseguida llego a la primera reunión, la cual paso de largo y comienzo la travesía que dan paso a una serie de canalizos que se dirigen a la segunda reunión. Los 60 metros de cuerda dan para enlazar los 2 largos y ahorrar un poco de tiempo.
En cuanto llego a una cómoda reunión, comienzo a asegurar a mike mientras disfruto de las vistas.
El sol va iluminando los picos más altos, pero todavía no llega a tocarnos en la zona en la que estamos, por lo que el frío todavía sigue estando presente.
Pronto llega mike y afronta el siguiente tramo de pared, de nuevo unirá los 2 próximos largos, en un intento de acelerar la ascensión, cuanto antes subamos, antes bajaremos para poner rumbo a casa.
Comienza por un diedro, para luego continuar por una zona de canalizos.
Hacia las 9:45 de la mañana volvemos a pisar la cima del Picu Urriellu, somos la primera cordada del día en estar aquí. Tenemos un rato para nosotros solo, disfrutando del lugar, y de la satisfacción de estos dos últimos días.
El descenso transcurre con normalidad. En los rapeles encontramos un par de cordadas y procuramos no entorpecer su escalada y no tirar ninguna piedra. Volvemos al refugio donde comenzamos a desmontar la tienda, recogemos rápidamente, ya que teníamos trabajo hecho de esta mañana.
Y comenzamos una caminata hasta la furgo con la pesada mochila que hace solo un par de días porteamos hasta aquí.
Cansados llegamos a la furgo, pero tremendamente felices y satisfechos de estos 3 días disfrutando en Picos de Europa.
Semanas más tarde, no puedo si no pensar;
cuando volver, que vía hacer...







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